¿Deberíamos ir a terapia de pareja? Resolvemos todas tus dudas

PAREJAS

Johanna Beato

12/4/20233 min read

Cada vez más parejas buscan ayuda profesional para superar los desafíos en su relación y fortalecer su vínculo emocional. La terapia de pareja proporciona un espacio seguro donde las parejas pueden comunicarse de manera abierta y honesta, abordando los problemas subyacentes y trabajando juntos para encontrar soluciones.

¿Cómo funciona la terapia de pareja?

La terapia de pareja es un proceso terapéutico que busca ayudar a las parejas a resolver conflictos y mejorar su relación. El terapeuta proporciona un espacio neutral donde ambas partes pueden expresar sus sentimientos y preocupaciones. Durante las sesiones, se exploran los problemas subyacentes y se identifican patrones de comunicación negativos. El terapeuta enseña habilidades de comunicación efectivas y proporciona herramientas para resolver problemas. Es por esto que es importante que si decides dar el paso, elijas un profesional cualificado y formado en este tipo de terapia.

A lo largo de las sesiones, se fomenta la comprensión mutua, el respeto y la empatía, también se trabaja en la construcción de la intimidad y la confianza y se busca reparar aquellos acuerdos que se han dañado.

¿En qué puede ayudarnos?

La terapia de pareja se basa en la idea de que los problemas en la relación son el resultado de patrones de comunicación y comportamiento negativos, y busca ayudar a las parejas a identificar y cambiar estos patrones y a fomentar las interacciones positivas.

Algunos de los motivos de consulta más habituales son:

  • "Discutimos mucho"

  • "Sentimos que no nos entendemos"

  • "Ya no conectamos a nivel sexual"

  • "Mi pareja me ha sido infiel"

  • "Nos sentimos estancados, hemos perdido la chispa"

  • "Nos cuesta conciliar nuestra vida de pareja con la familiar y el trabajo"

  • "Mi pareja no confia en mi, siente celos y a veces me revisa el móvil"

¿Cuándo acudir a un profesional?

Lo primero de todo, decirte que todas las parejas pasan por sus más y sus menos, llegando a existir las llamadas "crisis" en las que sentimos que la relación no se sostiene. Esos baches, son momentos en los que salen a la luz puntos débiles ya existentes en la relación, generando conflictos y roces. Cuando analizamos esas dificultades como un reto, en equipo, podemos ser capaces de buscar soluciones efectivas y salir fortalecidos del proceso.

Lo segundo, decirte que no existe una respuesta única para esta pregunta, ya que cada pareja es diferente. Sin embargo, hay algunas señales de que puede ser beneficioso buscar ayuda profesional. Por ejemplo, si la comunicación se ha vuelto difícil o si hay una falta de confianza en la relación o si estáis experimentando problemas recurrentes que no pueden resolver por sí mismos.

Nosotras os animamos a buscar ayuda cuanto antes desde que se empieza a vivir un poco de malestar en el vínculo, ya que analizar este problema desde el principio aumenta la probabilidad de reparación. Piensa que cuando llevamos arrastrando problemas un tiempo, llegamos cansados, quemados, enfadados y dolidos a la consulta, y consecuentemente, con menos ganas de trabajar juntos como equipo.

¡Ah! Es habitual que uno de los miembros no tenga tan clara la idea de venir y venga un poco más "obligado", pero mientras compartáis un objetivo común y las ganas de mejorar ¡estáis a tiempo!

¿Cuándo NO acudir a terapia?

La terapia es un espacio en la que se escucha y valida la percepción y emociones de ambos miembros de la pareja y se dan pautas y herramientas de trabajo desde una visión objetiva e imparcial.

Por lo tanto, no te recomendamos ir a terapia de pareja si:

  • Si vienes para que el terapeuta te dé la razón.

  • Si no estas dispuesto a hacer cambios.

  • Si solo vienes para contentar a tu pareja.

  • Si tu idea de la terapia es que el profesional haga todo el trabajo.

  • Si no estas dispuesto a ceder, buscar puntos intermedios o dar alternativas.

  • Si no estas dispuesto a responsabilizarte de tus errores.

En resumen, un terapeuta puede aportaros herramientas para mejorar vuestra relación y reparar el vínculo que ha podido dañarse. Eso si, es importante que contéis con un profesional especializado y con el que sintáis que conectáis. La formación y experiencia son importantes, aunque también la cercanía y la confianza que os aporte.